miércoles, 23 de febrero de 2011

En el cierre de listas del PJ Rossi sumó el apoyo de 16 intendentes

Por Rodolfo Montes / La Capital

Para ganar una elección, además de tener un candidato fuerte "arriba", se necesitan centenares de voluntades que trabajen el voto "por abajo". Son los que "juntan los votos", se suele decir, exagerando. Y en ese plano, en el hemisferio peronista, la noche del cierre de listas dejó un ganador claro, Agustín Rossi.
   El Chivo abrochó el apoyo explícito de 16 intendentes (14 peronistas puros más dos vecinalistas aliados), sobre un total de 30 ciudades gobernadas actualmente por ese signo político en la provincia: Venado Tuerto, Rufino, Villa Cañás, Frontera, Sunchales, Recreo, Laguna Paiva, Ceres, San Genaro, Coronda, San Carlos Centro, Esperanza, Tostado, Carcarañá, Pérez y Granadero Baigorria.
   Con Rafael Bielsa, a su vez, permaneció fiel un cuarteto: Roldán, Cañada de Gómez, Fray Luis Beltrán y Gálvez. Omar Perotti, por su parte, además del peso clave de su ciudad, Rafaela, contabilizará como propia a Las Parejas.
   En una zona de indefinición permanecieron —siempre dentro del PJ— ocho ciudades de la provincia: El Trébol, San Jorge, Sastre, Puerto San Martín, Malabrigo, Las Rosas, Calchaquí y Casilda. Allí los jefes municipales juegan para sus propios votos y con la boleta a gobernador abierta para que el elector coloque la que más le guste.
   Desde ya, este lote será tentado durante los 90 días de campaña política por los distintos candidatos. Y no se descarta que algunos de ellos terminen orientando el voto de sus vecinos hacia alguna de las opciones.
   La sola lectura numérica de ciudades muestra la notable preferencia por Rossi, que finalmente se llevó consigo dos tercios de las ciudades peronistas. La fractura y fuga en las últimas horas de buena parte de la liga de intendentes que se encontraba, hasta hace 10 días, más cercana al Bielsa que a Rossi, se explica porque el ex canciller no pudo sostener hasta el final una presunta preferencia de la Casa Rosada para con su precandidatura.
   En especial, de parte del ministro de Planificación Julio De Vido, encargado de "bajar" la millonaria obra pública. Tres días antes del cierre de listas, el propio De Vido habilitó a los intendentes a que jueguen a su gusto en la interna y confirmó que no había preferencia de la Casa Rosada por Bielsa. Simultáneamente, el operador principal con que había contado hasta entonces el bielsismo, Juan Carlos Mazzón, se retiró de la escena. Tras cartón, intendencias clave como la Venado Tuerto, Pérez, Granadero Baigorria y Ceres, entre otras, se pasaron para el equipo que, hoy por hoy, huele a éxito.
   El acuerdo de última hora que logró Bielsa con el referente santafesino Cachi Martínez amplió la sustentación del ex canciller en la ciudad Capital, al tiempo que vuelve a poner al peronismo en posibilidades de ganar la Intendencia de esa ciudad, tras el regreso de Martínez al redil pejotista. Sin embargo, y paradójicamente, el ingreso del Cachi a las listas del Rafa le implicó ceder espacios al nuevo socio, sobre todo en la lista de diputados provinciales. Y terminó por desplazar a los socios originarios, varios de los cuales migraron al Frente para la Victoria de Rossi.

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