Las declaraciones efectuadas por Ernesto Sanz en la ciudad de Reconquista en donde afirma que "la asignación Universal por hijo se está yendo por la canaleta hacia el juego y la droga" constituye una aseveración lamentable de quién no sólo representa una Provincia en calidad de Senador, sino quien en calidad de Presidente de la UCR, representa una de las expresiones políticas más importantes de nuestro país, y esta aseveración, nos mueve a reflexionar sobre si este pensamiento es compartido por el resto de las autoridades del mismo. Las afirmaciones falaces de Sanz respecto a la administración que se dan de sus ingresos los sectores de menores recursos orientando los mismos hacia el juego y la droga, nos lleva a recordar el pensamiento de un sector reaccionario de la sociedad que siempre fue esquivo a las políticas de inclusión social, y menosprecia las aptitudes y actitudes de los sectores más postergados. Sorprenden las declaraciones por quién es el emisor, no porque ese pensamiento sea novedoso, ya que, lamentablemente, en ocasiones, hemos escuchado manifestar con desprecio que los marginados no merecen ayuda del estado. Es así, la discusión es ideológica, unos y otros pensamos, y diseñamos, hacia donde debe ir el dinero del Estado. A quienes nos mueve la convicción de que nuestra política debe ser de inclusión social, y trabajamos para y por los más postergados, estamos satisfechos por haber obtenido, con esta medida, un crecimiento en la matrícula escolar de un 25%, un seguimiento en la salud de nuestros niños, una disminución en los índices de pobreza y de indigencia, un aumento en los niveles de consumo de alimentos, y así, podríamos continuar detallando el beneficio que significó para el movimiento económico en el país, la inyección de dinero que esta medida provocó. Sabemos que esta, por si sola, no resuelve la desigualdad social, pero tenemos la convicción de que significa una gran ayuda para aquellos que está viendo la peor cara de la pobreza y de la indigencia. La medida fue establecida, será nuestro deber custodiar que permanezca, más allá de las acciones en su contra que pueda desarrollar el Senador Sanz. Al partido que conduce -si es que no acompaña este pensamiento expresado por su Presidente- es bueno señalarles que en ocasiones como esta, el silencio los hace cómplices.
Enrique Emilio Marín
Diputado Provincial- PJ.
